Hoy se cumplen 25 Años de «Mellon Collie and the Infinite Sadness» de the Smashing Pumpkings

Esta portada con Santa Rosa de Lima fue intervenida por el gran Carlos Lavida.

Mellon Collie and the Infinite Sadness fue uno de los discos más generosos de los 90. Smashing Pumpkins se encargó de hacer un disco que solo los adolescentes pudieran amar y para muchos era el único que necesitaban. Esta caja de mega-lujo rellena el original con 64 pistas adicionales.

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Es el tercer álbum de estudio de la banda de rock alternativo estadounidense The Smashing Pumpkins, lanzado el 23 de octubre de 1995

Billy Corgan no ha hecho un buen trabajo hablando en su propio nombre durante la última década, así que permítanme darle una línea del filósofo griego Pittacus que justificaría mucho mejor su legado: "La medida de un hombre es lo que hace con el poder ". En 1995, casi todas las demás bandas al nivel de Smashing Pumpkins de alguna manera le estaban dando la espalda a su audiencia: Pearl Jam había comenzado su retiro de principios del centro de atención; U2 y R.E.M. se encontraban en lo más profundo de sus fases más irónicas e irónicas y haciendo su música menos satisfactoria hasta la fecha; Rivers Cuomo estaba en camino de hacer Pinkerton; Metallica descubrió el esmalte de uñas; y, por supuesto, Kurt Cobain renunció a la vida misma. En un nivel mucho menor, incluso el eterno rival de Corgan, Steve Malkmus, acababa de lanzar Wowee Zowee, un disco cuya descuidada expansión fue tomada por Rolling Stone como prueba de que "Pavement simplemente tiene miedo de triunfar". Dado este valle de mediados de la década, es comprensible que el 2xCD Mellon Collie y el Infinite Sadness sean despreciados por ser autoindulgentes.

The Smashing Pumpkins aún no habían aparecido en Hullabalooza, por lo que muchos no sabían que la banda tenía sentido del humor *. * Aún así, su reputación se jugó por las risas. Pero Mellon Collie and the Infinite Sadness resultó ser uno de los discos más generosos de la década. Durante una época en la que era difícil encontrar héroes del rock, Smashing Pumpkins se encargó de hacer un disco que solo los adolescentes pudieran amar y para muchos era el único que necesitaban.

Esto no es una exageración. Selecciona las 14 mejores pistas de la colección de singles The Airplane Flies High grabada simultáneamente y tendrás el cuarto mejor álbum de Smashing Pumpkins (detrás del perpetuamente subestimado Adore, por delante de Pisces Iscariot) o un fuerte tercer disco que hubiera convertido a Mellon Collie en el mejor triple LP jamás creado. Lo que se vuelve más obvio con el tiempo es que Mellon Collie, a diferencia de su comparación más común The Wall, no tiene un marco conceptual. No hay trama, casi ningún relleno, y la organización de sus dos discos es dudosa en el mejor de los casos: la segunda canción del primer disco aparentemente cronológico Dawn to Dusk es "Tonight, Tonight", mientras que el disco dos, Twilight to Starlight, contiene todo de las canciones de metal más feas. Así que Mellon Collie es un disco de Smashing Pumpkins que tiene 28 canciones de duración, sorprendente tanto en su rango estilístico como en su excelencia general. Este es quizás el único disco de Smashing Pumpkins en el que actuaron como una banda real en lugar de Corgan y sus resentidos cargos. Es difícil precisar dónde entró en juego la influencia de James Iha o D'Arcy (no así con la fenomenal batería de Jimmy Chamberlin), pero con la supervisión de los productores Flood y Alan Moulder, Mellon Collie se desarrolló a través de sesiones de improvisación prolongadas y personales. interacción. Siamese Dream, a pesar de toda su grandeza sinfónica, era un álbum de rock bastante estándar y solitario: se rumoreaba que casi todas las partes de guitarra y bajo habían sido interpretadas por el propio Corgan. Mientras tanto, Mellon Collie se entrega a estilos más asociados con artistas herméticos: pop de cámara ornamentado ("Cupid De Locke"), confesionarios acústicos ("Stumbleine") y nocturnos sintetizados (casi todo lo que sucede después de "X.Y.U."). Y lo hace sintiéndose como el trabajo de cuatro personas en una habitación.

La notable amplitud de Mellon Collie es la mejor indicación de la capacidad de Corgan para soltarse. Podrías elegir cinco canciones al azar y aún así terminar con un lote diverso de singles que justificarían que Smashing Pumpkins sea el acto multiplatino más estilísticamente maleable de los 90. Tal vez no venda tantas copias, pero imagina un universo alternativo donde la rotación pesada se encuentra con la rutina alegre y mecanizada de "Love", el romanticismo anticuado y descarado de "In the Arms of Sleep", la balada electrónica tipo Prince " Beautiful ", las afirmaciones del estado del estadio de" Muzzle "o el metal estrangulador de" Bodies ". La ubicuidad de las cinco canciones que se convirtieron en singles eclipsa lo idiosincrásicas y distintas que eran en el ámbito de 1995. ¿Ha habido algo como "Tonight, Tonight" desde entonces? Las cuerdas orquestales típicamente significan balada llorona o pretensión compositiva en la música rock, no una propulsión maravillosa y enamorada. Si bien "Tonight, Tonight" ahora es inseparable de su video inspirado en Le Voyage dans la lune, el hecho de que la música existiera sin su guía solo enfatiza la creatividad sónica de Pumpkins. "Thirty-Three" fue el último y menos anunciado de los singles: ¿dónde en la radio de rock alternativo había lugar para una canción country de ritmo lento y cambiante con guitarras deslizantes escalonadas y cajas de ritmos cambiantes? "Zero" y "Bullet With Butterfly Wings" son las que irritaban a los mayores y, sí, la letra es cabreada, juvenil y bastante vergonzosa. Dicho esto, son mucho más interesantes desde una perspectiva sonora de lo que a menudo se les da crédito. Son las canciones en las que la producción digitalizada de Flood encaja mejor que la calidez analógica saturada que Butch Vig prestó a Siamese Dream. Son básicamente new wave interpretados como pop-metal.

Y, por supuesto, está "1979", en el que todos pueden estar de acuerdo. En un disco que se deleitaba con el progreso y la pompa de los 70 sin limitarse a ello, suena futurista. Y aunque está tan obsesionado con la juventud como todo lo demás aquí, es una de las pocas ocasiones en que la escuela secundaria suena como algo que se puede recordar con cariño. A Corgan le encanta enfatizar cómo fue la última canción en grabar el disco, y aunque su coro tiene una carga sin esfuerzo que encarna la "urgencia del ahora", es la única canción de Mellon Collie que funciona mejor como nostalgia. Sin duda, esa lectura está impulsada por otro video fantástico, pero si bien "1979" es una canción impecable, la prisa por alabarla como un caso atípico le hace un flaco favor a su entorno. Si bien Mellon Collie es la realización de todas las ambiciones de Billy Corgan, la mayoría de las críticas rodean la letra por no ser tan personal como las del torturado Siamese Dream. Es así por diseño. Los términos "máquinas tristes" y "máquinas para adolescentes" se usan indistintamente durante "Here Is No Why", una charla de ánimo para los deprimidos aparentemente hoscos que Corgan insta a liberarse de cualquiera de ellos y ascender como su heroico solo de guitarra. "Bullet With Butterfly Wings" es conocida por su estribillo, pero la angustia de los adolescentes no es justa; necesitas munición muy pesada para resistirlo. El deslizamiento de lodo de distorsión que marca el comienzo de su puente conduce a dos minutos de la música más visceralmente emocionante que produjo Smashing Pumpkins. Luego, inmediatamente después, el lúgubre "To Forgive" arrasa con un detalle personal que le da credibilidad a Corgan en todo esto: "Y me acuerdo de mis cumpleaños / Tardes de fiesta vacías". Este es el tipo de latigazo emocional inexplicable y juvenil que puede resultar en una bomba de odio inmoladora llamada "Fuck You (Una Oda a Nadie)" seguida de una proclamación vertiginosa de que "el amor lo resuelve todo". Claramente no es una forma madura de lidiar con la vida, pero eso es solo un problema si de alguna manera crees que Mellon Collie no es una fantasía de rock 'n' roll. Cuando Corgan declara "Sé que estaba destinado a este mundo" durante "Muzzle", es tu final feliz.

Entonces, sí, la mayoría de las personas que han desarrollado una relación significativa con Mellon Collie lo hicieron en su juventud. La pregunta es si puede obtener algo nuevo de esto en 2012. Al igual que con todas las reediciones de Smashing Pumpkins, Mellon Collie está dando: el juego en caja Deluxe justifica su impacto en la etiqueta al contener "carátula reimaginada, soporte de disco forrado de terciopelo y un kit de decoupage para crear tus propias escenas del Universo Mellon Collie ", que es todo lo que imaginas y luego algunos. Hay 64 pistas adicionales y solo algunas de ellas aparecieron en The Airplane Flies High, aunque la mayoría de estas inclusiones son demos o tomas alternativas, el tipo de cosas que solo deben escuchar varias veces las personas a las que se les paga por hacer. así, es decir, críticos musicales y Flood. Pero hay una forma de escuchar el mismo álbum de manera diferente a medida que lo refracta a través de sus propias experiencias. Se rumorea que "Thru the Eyes of Ruby" contiene 70 pistas de guitarra; es un voto matrimonial puntuado por Corgan gruñendo "la juventud se desperdicia con los jóvenes". Esto no pretende negar la intención de los 90 minutos que lo precedieron, es un recordatorio de cómo Mellon Collie puede comunicar diferentes cosas a alguien que tiene 30 años en lugar de 15. Volver a visitarlo puede ser como hojear un anuario de la escuela secundaria: no necesariamente el tuyo, solo el de alguien. Y hay consuelo en cómo, a pesar de todas las miradas al ombligo que siguieron, la ridiculez de todo esto de alguna manera se te escapa. Lo que vestías, cómo hablabas, lo que sentías no parecía tan normal sino simplemente como es. Miras a cada persona, pensando que puede esperar lograr la autorrealización prometida por "Muzzle", perderse en otra persona de la manera descrita por "Beautiful" o "In the Arms of Sleep", o abrazar su propia incomodidad como un grito de guerra como "Solo salimos de noche". Esos eventos estaban a la vuelta de la esquina, como lo son para casi todos los que están creciendo, pero cuando estás encerrado en tu habitación escuchando a Mellon Collie durante horas y horas, parecen tan distantes y fantásticos como la portada del álbum. Cuando Corgan canta "cree en mí" durante "Tonight, Tonight", no tienes muchas opciones si quieres escapar.

Me gustaría decir "ya no los hacen así", lo cual es cierto si quieres hablar sobre bandas de rock que hacen LP dobles que venden 10 millones de copias gracias en parte a los lujosos videos que se transmiten constantemente MTV. Los hacen así, en espíritu, aunque muy raramente: 2012 parece ser tan hostil como lo fue 1995 hacia abrazar las posibilidades que alteran la vida del rock clásico o perseguir el populismo real. No es de extrañar que Corgan esté tan agitado por el estado de la música rock en estos días, ya que sus críticos ganaron. Pero de vez en cuando, habrá algo como Date prisa, estamos soñando y Japandroids 'Celebration Rock de M83, que llegan a su manera y expresan lo que hicieron los Pumpkins en "Tonight, Tonight", que "lo imposible es posible esta noche ", como en este momento. Tienen poco que ver con Mellon Collie, excepto que sacrifican ser geniales para mostrar un profundo respeto por la forma en que los adolescentes interactúan con la música. Cuando el mundo es un vampiro, no quieres lecciones de historia o una lista de influencias, quieres magia de mierda. No quieres música de estilo de vida, no quieres Our Band Could Be Your Life. Quieres música que puedas vivir por dentro. Maldita sea, Smashing Pumpkins disparó a la luna en Mellon Collie, pero solo porque querían darte el sol y las estrellas.

Billy ha anunciado un álbum secuela de este icónico disco, ‘Mellon Collie And the Infinite Sadness’, además de un tour en celebración de su 25 aniversario el próximo año.